BIENVENIDOS

Muchas veces lo que observamos y escuchamos queda guardado, archivado u olvidado en algún lugar de nuestra memoria. Si pudiesemos registrar esas "pequeñas cosas" econtraríamos un mundo en el que los detalles, las coincidencias y las casualidades, cobran una curiosa e inquietante relevancia. Desde una vuelta manzana hasta una gran noche de lujuria, pasando por una desastrosa mañana de invierno, para terminar en un simple café. Todas las sensaciones van a intentar reflejarse en una mezcla de textos, opiniones y buena música.

La invitación está hecha y la imaginación ya empezó a volar.































































































































































































































































































































































































































































































































5 de mayo de 2008

DOS SEMANAS SOLO

Para ser más especifico 12 días. Este es el tiempo total que tuvo el “Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente” (BAFICI para los amigos) para proyectar los 427 films entre cortos y largometrajes. Para lograrlo, 9 sedes en distintos lugares de la ciudad con 16 salas en total, acobijaron por décimo año consecutivo el mayor encuentro de cinéfilos, esnobs, curiosos y público en general que se realiza en Capital. El resultado: 140.000 entradas vendidas y más de 200.000 personas que se pasearon por el festival entre el 8 y el 20 de abril. Si los datos son abrumadores, es hora de saber que conseguir una ubicación para ver alguna de las películas que se proyectan es una historia aparte. Vamos por paso. En primer lugar, los precios son más que accesibles, ya que los tickets tienen un valor de 4 o 6 pesos, descontando la posibilidad de conseguirlos gratis en ciertas funciones y horarios. Por esto, es recomendable ir a las boleterías con anticipación y comprar varias entradas según su conveniencia. De esta forma, podrán evitar las largas colas y muchos de los comentarios desacertados de ciertos personajes que desfilan por estos lugares. Popularmente conocidos como “eventeros”. Ahora bien, con estos recaudos ya esta casi listo para ser parte de esta fabulosa experiencia de cine. Porque digo “fabulosa”, justamente porque año tras año uno tiene la posibilidad de sorprenderse (para bien o para mal) con cada una de las películas que se encuentran en la programación. La variedad de ignotos directores y géneros que se presentan, llevan a que la elección de lo que vamos a ver sea una cuestión más cercana a la intuición que al conocimiento sobre la materia. De esta manera, fue como pude disfrutar de la película argentina “Una semana solos”. Su directora, Celina Murga, supo como reflejar en una comedia interpretada casi en su totalidad por chicos, la problemática que viven muchos niños dentro de un country. Sus costumbres, su desinformación sobre la realidad y sobre todo su forma de ver y de tratar a las personas que son “diferentes” a ellos. Al finalizar la función, la sala número 2 del cine Atlas Santa Fe, pudo escuchar las palabras de la directora y debatir sobre lo que se había visto como si fuera una gran charla de café. Un condimento extra que entrega este tipo de Festival. Pero volvamos a los detalles del BAFICI. Generalmente cuando uno concurre al cine acompaña su estadía con un “aperitivo”. Ya sea un chocolate o algunos caramelos, unos pochoclos con gaseosa o los famosos nachos con queso para los más hambrientos. Señores, olvídense de este tipo de licencias si pretenden permanecer en algunas de las salas adheridas al evento. “Está prohibido ingresar con alimentos o bebidas”, refleja un cartelito hecho en Word. Las reglas son claras y la verdad, que a veces está bueno poder disfrutar una película sin el sonido de la pajita aspirando las últimas gotas de gaseosa, o del chillido agudo de algún envoltorio de pastillas que no se puede abrir. Por último, en la recorrida por este mundo de cinéfilos, uno puede llegar entender que significa realmente la palabra INDEPENDIENTE. Muchas veces el concepto es errado y traducimos este término en pequeñas frases como “sin presupuesto” o “de baja calidad”. La realidad es que éstos cortos o largometrajes que podemos observar no responden a una empresa determinada o a una compañía de cine multinacional; no se pretende recaudar millones ni tampoco llevar a la pantalla algo clásico o popular. Justamente por esto, la magia del festival se renueva año tras año y uno puede descubrir grandes óperas primas de directores que jamás hubiese pensado ver. La carta está armada y el menú como pueden apreciar es variado, ahora sólo falta que… “Disculpame tenemos que cerrar el cine, macho. El festival ya terminó así que por favor si te podes levantar y seguir escribiendo ese librito en otro lado te lo agradecería.” Las palabras de un guardia que no estaba de humor terminaron abruptamente con mi experiencia por este año. Eso si, en el 2009 cuando vuelvan a ver los carteles que anuncian el inicio del festival de cine independiente, no duden en acercarse o por lo menos no duden en ir a investigar de que se trata eso del BAFICI.

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